Los Fariseos traen a una mujer adúltera a Jesús para atraparlo yendo en contra de la ley de Moisés la cual declara que ella debía ser apedreada. Jesús declara que aquellos sin pecado alguno deberían tirar la primera piedra. Todos se van, Jesús le dice a la mujer que Él no la condena pero que vaya y ya no peque más.