Un Fariseo llamado Anás pregunta a Jesús qué derecho tiene para decir las cosas que dice. Como respuesta, Jesús le hace una pregunta a Anás. Jesús le pregunta si el derecho de Juan de Bautizar vino de Dios o del hombre. Anás se voltea para hablar con los demás Fariseos. Regresan con Jesús y le contestan que no saben quién le dio el derecho a Juan de Bautizar. Jesús los mira. Les dice que como no saben, no les dirá quien le dio la autoridad de enseñar las cosas que ha estado enseñando.