Jesús y Sus discípulos siguen navegando y llegan a Gerasa. Un hombre salvaje les gruñe cuando se acercan. Jesús corre hacia él adelantándose a sus discípulos. El hombre amenaza a Jesús con una roca. Pero Jesús sigue mirándolo. El hombre nombra a Jesús por su nombre y lo declara el Hijo de Dios. Jesús le pregunta su nombre. Al principio el hombre no lo dice. Pero Jesús le extiende Su mano. El hombre dice llamarse Legión. Le ruega no ser enviado de nuevo al abismo. En vez de eso, desea ir a una manada de cerdos cercana. Jesús extiende la mano hacia los cerdos.