La multitud empuja hacia Jesús mientras Él se va de la sinagoga. Una voz se escucha sobre las demás. Un hombre, Jairo, le ruega que salve a su hija enferma de 12 años. Otro hombre se acerca a Jairo. Este le dice que no moleste al maestro, que su hija ha muerto. Jesús se voltea hacia él y le dice que no tema. Y que si Jairo creyera, su hija estaría bien. Jesús y los discípulos visitan a la familia. Los vecinos esperan la pérdida de la hija. Yace en el catre sin vida. Jesús la observa un momento. Jesús se sienta y mira a la niña un momento, después le dice que se levante. Sus ojos se abren y ésta se sienta.