Las multitudes siguen juntándose. Esperan a Jesús. Finalmente Jesús baja de la colina con Pedro, Jacobo y Juan. Un hombre se acerca a Jesús y le ruega que Jesús sane a su hijo. El niño se retuerce en el suelo. El hombre agrega que el niño es su único hijo. Le pidió a los discípulos que expulsen al demonio. Pero no pudieron. Jesús le pide gentilmente al hombre que acerque a su hijo. Dos hombres cargan al niño hacia Jesús. Pero este se convulsiona de nuevo. Jesús se acerca hasta pararse cerca de él. El niño mira hacia arriba. Y lentamente éste se levanta. Donde antes habían heridas y moretones en su rostro, ya no hay ninguna.