Guardias romanos abren el portón y se llevan a Jesús. Marchan a través del patio seguidos por la multitud. Poncio Pilato sale marchando. Es conocido como el gobernador romano más salvaje, responsable por la crucifixión de miles. Pilato exige saber qué desean. La multitud Judía grita que Jesús está confundiendo a su gente y que Jesús alteró el mercado del templo. Exigen una sentencia a Pilato. Pilato le pregunta a Jesús si Él es el Rey de los Judíos. Jesús tan sólo le contesta "tú lo dices".