Jesús es golpeado por los guardias del templo. Un hombre le dice a los guardias que traigan a Jesús a ver al concilio. Anás y Caifás entran. El cuarto está lleno de hombres Judíos. Desean saber si Jesús es el Mesías. Jesús tan sólo les dice que si Él les contesta, el concilio no le creerá. Les dice que el Hijo del Hombre se sentará a diestra de Dios. Le preguntan si es el Hijo de Dios. Jesús contesta que ellos dicen que sí lo es. No saben cómo tomar Su respuesta. Uno de ellos se levanta y actúa como testigo. Todos escucharon Sus respuestas. El concilio decide llevarlo con Pilato.