Cuando Jesús regresa a Nazaret, se va a la sinagoga. Se le pide que lea las Escrituras y se le da el Libro de Isaías. De ahí, Él lee Isaías 61:1-2. La profecía habla de traer las buenas noticias a los pobres, proclamando la libertad a los cautivos, devolver la vista de los ciegos, liberar a los oprimidos y anunciar que es hora de que el Señor salve a Su gente. Cuando termina de leer, Jesús anuncia a la gente que la profecía se ha cumplido tal y como rse caba de leer.