Mientras Jesús está sentado con un grupo de aldeanos un hombre se acerca y le pregunta de manera iracunda por qué está sentado con aquellos que no son personas respetables. Jesús le responde que la gente que está bien no necesita un doctor. Él no ha venido para pedirle a la gente "respetable" que pida perdón por lo que hacen. Pero sí le preguntaría a los parias que busquen y encuentren el perdón.