Jesús es llevado a la casa del alto sacerdote y custodiado por guardias del templo. Lo empujan y le quitan su ropa en el patio. Pedro lo ve desde cerca. Pedro es reconocido pero éste niega conocer a Jesús. Al acercarse el amanecer, un gallo cacarea. Jesús mira a Pedro. Pedro se va, devastado por su negación.