Juan y los demás regresan a un cuarto donde los seguidores de Jesús se han reunido. Entran diciendo que Jesús sin duda ha resucitado. Juan dice que Jesús se le apareció a Simón la carretera. Simón habla sobre cómo no reconocieron a Jesús al principio. Pero cuando se sentaron a cenar y Jesús partió el pan, supieron quién era. Jesús se para en el cuarto junto a ellos. Les pregunta por qué están perturbados y dudosos. Levanta sus manos para que puedan verlas. Los alienta que lo toquen para comprobarles que es Él y que es carne y sangre. Se acercan y tocan Sus manos.