Mientras Jesús sigue colgado en la cruz, la multitud lo mira en silencio. Los guardias Romanos se reúnen alrededor de la cruz y miran a Jesús. Un Romano comenta que la ropa no es un ropaje común. Lo tira al piso a un grupo de guardias. Estos gritan y debaten quién se lo quedará. Uno sugiere que jueguen o apuesten por él.