El Pésaj está por comenzar. Jesús envía a Pedro y a Juan para que se adelanten y preparen la comida del Pésaj. Jesús se sienta con ellos y los mira a todos. Les dice lo contento que está de compartir esta comida con ellos antes de sufrir. Jesús toma su copa y le ora a Dios. Tal y como oró sobre el pan y pescado. Le agradece a Dios por la bendición del fruto del vino que Dios trae. Se lo pasa al discípulo más cercano y les dice a todos que beban de él. Jesús agarra un pedazo de pan y ora de nuevo. Le agradece a Dios por traer el pan de la tierra y lo parte. Le pasa las dos partes a los discípulos y les dice que el pan representa Su cuerpo que ha sido dado por ellos. Deberían de comer y recordarlo. El vaso aún está pasando entre ellos. Jesús dice que la copa de vino es un nuevo testamento en Su sangre y ha sido derramada por ellos.