Jesús se sienta después de haber compartido pan y vino, sellando un nuevo pacto con Sus seguidores y revelándoles que hay un traidor entre ellos. Les da una última lección a Sus discípulos. Los discípulos escuchan solemnemente. Les dice que el más grande entre ellos debe ser como el menos grande entre ellos. Y que el líder debe ser como el sirviente. Les pregunta quien es realmente más grande, ¿aquél que se sienta en la mesa o aquél que sirve la mesa? Les dice que aquél que se sienta es más grande. Pero les dice que Él mismo vino como alguien que sirve.